Title: Siete Kabezas (Preview)
Subtitle: Crónica urbana del estallido social
Author: Iván Poduje
Date: 2020
Source: Preview of Pages 148–149: <x.com/ipoduje/status/1360976366146093057/photo/1>.
Notes: I think the full book is only available to buy in Chile, but it can be loaned from a number of US libraries: Worldcat + Author’s Website
For further reading on who Camilo Gajardo is, see these two research text dumps:
A text dump on Camilo Gajardo
A text dump on eco-extremism
ISBN: 9563760638, 9789563760637
Publisher: Uqbar Editores, 2020 — Santiago (Chile)
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Automatic English Translation

1. Camilo Gajardo and Bajos De Mena

Founded as a rural hamlet next to a cemetery in Puente Alto, Bajos de Mena shared a large amount of low-cost urban land with La Pintana, which facilitated the construction of 11,000 homes to accommodate families living in camps. One of the first settlements was the El Volcán I, II, and III villas, which totaled more than 3,000 social housing units in five-story buildings known as “bloques.”

El Volcán made headlines in 1997 after a storm flooded Santiago and submerged the newly completed homes, sparking outrage among residents. Copeva’s construction failure was serious and extended to thousands of apartments, which had to be covered with plastic sheeting to prevent further waterlogging. The press discovered that the owner of Copeva had given a thoroughbred horse to the Minister of Housing and Urban Development, Edmundo Hermosilla, whose department was responsible for awarding contracts and then supervising their fulfillment. That scandal ended with the minister’s departure.

Almost fifteen years later, Sebastián Piñera’s first administration decided to demolish the blocks of the El Volcán shantytowns to relocate the families to better-quality homes. Construction began in 2011 with the transformation of a former garbage dump in La Cañamera into Juan Pablo II Park, complemented by paving projects and the creation of public spaces.

During Michelle Bachelet’s second administration, Metropolitan Mayor Claudio Orrego promoted a comprehensive plan that combined leadership training, public order control, and social investments to break down segregation. The symbol of this plan was a new civic center with a modern police station and fire station, which were inaugurated before the former president left La Moneda.

The baton continues in Sebastián Pinera’s second term. that announced the extension of Metro Line 4 from Puente Alto Square to the intersection of Juanita and Sargento Menadier streets in the center of Bajos de Mena, which would be a key milestone for the district’s definitive inclusion in the city’s network. A few blocks from where this future Metro station would be located lived Camilo Gajardo Escalona, ​​a twenty-eight-year-old young man who went to work every morning at a mechanic’s shop in the San Joaquín district, near the founding center. His coworkers described him as a shy and withdrawn man who limited himself to doing his job and interacting very little with others.

When he got home, Camilo changed. He would lock himself in his room for hours, browsing hard-core anarchist websites, downloading manifestos and manuals for making homemade bombs. His work at the mechanic’s shop helped him find the parts to make them, and so he began assembling them in his bedroom. He also went out to test them in uncrowded areas, around Bajos de Mena.

He continued testing them until one day he detonated the first explosive device at the Vicuña Mackenna and Bilbao bus stop, near Bustamante Park. When Camilo sent the letter bomb to the president of the Metro, Louis de Grange, the cameras at the post office where he left the package noticed him acting suspiciously.

The PDI studied those recordings for hours and compared them with those taken near the Vicuña Mackenna bus stop. They matched profiles to begin tracking several suspects, until they closed the loop. On August 6, 2019, Camilo was arrested by PDI agents and accused of being the sole perpetrator of the attacks on Óscar Landerretche, Louis de Grange, and the Vicuña Mackenna bus stop. Camilo was the one behind the Individualists Tending to the Wild. There was no European anarchist collective, no Chilean accomplices, no Codelco hacks seeking revenge and throwing the police off the scent.

Camilo was a lone wolf who had become radicalized in his home in Bajos de Mena. I don’t know if this urban context influenced his decision to go out and kill officials and users, or if he saw Codelco as a symbol of the state that had abandoned its population for years. His case is highly relevant to this story, as it brings together several of the forces that were activated on October 18: the segregation of Bajos de Mena, fueled by poor housing policies and exacerbated by public transportation, the Metro as the focus of the attack, and the exaggerated expectations regarding the perpetrators. These exaggerated expectations about the threat posed by the attacks were misplaced. It was thought that they were European anarchist cells, linked to Chileans, when in reality it was a single individual. This same situation began to be seen when the first arrests were made for the attacks on the Metro and the looting of commercial premises....


Original Spanish

1. Camilo Gajardo y Bajos De Mena

Fundado como villorrio rural al costado de un cementerio de Puente Alto, Bajos de Mena compartía con La Pintana mucha tierra urbana de bajo costo, lo que facilitó la construcción de once mil viviendas para recibir a las familias que vivían en campamentos. Uno de los primeros asentamientos fueron las villas El Volcán I, II y III, que sumaron más de tres mil viviendas sociales en edificios de cinco pisos conocidos como bloques.

El Volcán hizo noticia en 1997, luego de que un temporal inundó Santiago y anegó las viviendas recién entregadas, generando indignación en los vecinos. La falla constructiva de la empresa Copeva era grave y se extendía a miles de departamentos que debieron ser cubiertos por carpas de plástico para evitar que se siguieran mojando. La prensa descubrió que el propietario de Copeva bahía regalado un caballo fina sangre al ministro de Vivienda y Urbanismo. Edmundo Hermosilla, cuya repartición tenía la obligación de asignar los contratos y luego supervisar su cumplimiento. Ese escándalo terminó con la salida del ministro.

Casi quince años después, la primera administración de Sebastián Piñera decidió demoler los bloques de las villas El Volcán para trasladar a las familias a casas de mejor calidad. Las obras comenzaron en 2011 con la transformación de un antiguo basural de La Cañamera en el parque Juan Pablo II y se complementó con proyectos de pavimentación y creación de espacios públicos.

En el segundo gobierno de Michelle Bachelet, el intendente metropolitano, Claudio Orrego. impulsó un plan integral que combinaba capacitación para dirigentes, control de orden público e inversiones sociales para romper la segregación, cuyo símbolo sería un nuevo centro cívico, con una moderna comisaria y un cuartel de bomberos que alcanzaron a ser inagurados antes de que la expresidenta dejara La Moneda.

La posta continúa en el segundo mandato de Sebastián Pinera. que anunció la extensión de la Linea 4 del Metro desde la plaza de Puente Alto al cruce de las calles Juanita y Sargento Menadier en el centro de Bajos de Mena, lo que sería un hito clave para la inclusión definitiva del distrito a la red de la ciudad. A unas cuadras de donde se ubicaría esa futura estación del Metro, vivía Camilo Gajardo Escalona, un joven de veintiocho años que cada mañana salía a trabajar a un taller mecánico en la comuna de San Joaquín, próximo al centro fundacional. Sus compañeros lo describían como un tipo tímido y retraído, que se limitaba a hacer su trabajo e interactuaba muy poco con el resto.

Cuando llegaba a su casa, Camilo cambiaba. Se encerraba en su pieza durante horas a navegaren páginas de anarquismo duro, bajaba manifiestos y manuales para hacer bombas caseras. Su trabajo en el taller mecánico le ayudó a encontrar las piezas para fabricarlas y asi comenzó a ensamblar en la habitación de su hogar. También salía a probarlas en lugares con poca gente, por ahí cerca en Bajos de Mena.

Asi fue probando hasta que un día detonó el primer artefacto explosivo en el paradero de buses de Vicuña Mackenna con Bilbao, cerca del parque Bustamante. Cuando Camilo envió la carta bomba al presidente del Metro, Louis de Grange, las cámaras que había en la oñcina de Correos donde dejó la encomienda lo notaron con una actitud sospechosa.

La pdi estudió por horas esos registros y los comparó con quellos que se habían tomado cerca del paradero de Vicuña Mackenna y calzaron perfiles para iniciar el seguimiento de varios sospechosos, hasta que cerraron el círculo. El 6 de agosto de 2019, Camilo fue arrestado por agentes de la pdi y acusado de ser el único culpable de los atentados a Óscar Landerretche, Louis de Grange y el paradero de Vicuña Mackenna. Camilo era quien estaba detrás de Individualistas Tendientes a lo Salvaje. No existía colectivo anarquista europeo ni cómplices chilenos ni mañas de Codelco que quisieran vengarse y despistar a la policía.

Camilo era un lobo solitario que se había radicalizado en su casa de Bajos de Mena. Desconozco si ese contexto urbano influyó en su decisión de salir a matar autoridades y usuarios o si vio en Codelco un símbolo del Estado que dejó abandonada su población por años. Su caso es muy relevante en esta historia, ya que junta varias de las fuerzas que se activaron el 18 de octubre: la segregación de Bajos de Mena generada por malas políticas habitacionales y aumentada por el transporte público, el Metro como foco del ataque y las expectativas desmedidas en relación a los autores. Expectativas desmedidas sobre la amenaza que implicaban los atentados. Se pensó que se trataba de células anarquistas europeas, vinculadas con chilenos, cuando en realidad era una sola persona. Esta misma situación se comenzó a ver cuando cayeron los primeros detenidos por los ataques al Metro y por los saqueos a locales comerciales....